6. Quien no se incline para adorar a la estatua, será arrojado de inmediato a un horno encendido».
7. Y así fue. En cuanto la gente oyó la música, todos se arrodillaron y adoraron a la estatua de oro. Pero como los judíos no obedecieron la orden,
8. unos babilonios fueron a ver al rey para acusarlos.
9. Le dijeron:«¡Deseamos que Su Majestad viva muchos años!