19. aunque nosotros tenemos paja y de comer para nuestros asnos, y también tenemos pan y vino para mí y para tu sierva, y para el criado que está con tu siervo; de nada tenemos falta.
20. Y el hombre viejo dijo: Paz sea contigo; tu necesidad toda sea solamente a mi cargo, con tal que no tengas la noche en la plaza.
21. Y metiéndolos en su casa, dio de comer a sus asnos; y lavaron sus pies, y comieron y bebieron.
22. Y cuando estaban gozosos, he aquí, que los hombres de aquella ciudad, que eran hombres hijos de Belial, cercaron la casa, y batieron las puertas, diciendo al hombre viejo señor de la casa: Saca fuera el hombre que ha entrado en tu casa, para que lo conozcamos.