Lucas 10:22-31 Nueva Versión Internacional (NVI)

22. »Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelárselo.»

23. Volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: «Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven.

24. Les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron; y oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron.»

25. En esto se presentó un experto en la ley y, para poner a prueba a Jesús, le hizo esta pregunta:—Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?

26. Jesús replicó:—¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo la interpretas tú?

27. Como respuesta el hombre citó:—“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente”, y: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.”

28. —Bien contestado —le dijo Jesús—. Haz eso y vivirás.

29. Pero él quería justificarse, así que le preguntó a Jesús:—¿Y quién es mi prójimo?

30. Jesús respondió:—Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de unos ladrones. Le quitaron la ropa, lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto.

31. Resulta que viajaba por el mismo camino un sacerdote quien, al verlo, se desvió y siguió de largo.

Lucas 10