12. «Soy yo mismo el que los consuela.¿Quién eres tú, que temes a los hombres,a simples mortales, que no son más que hierba?
13. ¿Has olvidado al Señor, que te hizo;al que extendió los cielos y afirmó la tierra?¿Vivirás cada día en terror constantepor causa de la furia del opresorque está dispuesto a destruir?Pero ¿dónde está esa furia?
14. Pronto serán liberados los prisioneros;no morirán en el calabozo,ni les faltará el pan.
15. Porque yo soy el Señor tu Dios,yo agito el mar, y rugen sus olas;el SeñorTodopoderoso es mi nombre.
16. He puesto mis palabras en tu bocay te he cubierto con la sombra de mi mano;he establecido los cielos y afirmado la tierra,y he dicho a Sión: “Tú eres mi pueblo.”»
17. ¡Despierta, Jerusalén, despierta!Levántate, tú, que de la mano del Señorhas bebido la copa de su furia;tú, que has bebido hasta el fondola copa que entorpece a los hombres.
18. De todos los hijos que diste a luz,no hubo ninguno que te guiara;de todos los hijos que criaste,ninguno te tomó de la mano.
19. Estos dos males han venido sobre ti:Ruina y destrucción, hambre y espada.¿Quién se apiadará de ti?¿Quién te consolará?
20. Tus hijos han desfallecido;como antílopes atrapados en la red,han caído en las esquinas de las calles.Sobre ellos recae toda la furia del Señor,todo el reproche de su Dios.