32. —Me estoy muriendo de hambre —contestó Esaú—, así que ¿de qué me sirven los derechos de primogénito?
33. —Véndeme entonces los derechos bajo juramento —insistió Jacob.Esaú se lo juró, y fue así como le vendió a Jacob sus derechos de primogénito.
34. Jacob, por su parte, le dio a Esaú pan y guiso de lentejas.Luego de comer y beber, Esaú se levantó y se fue. De esta manera menospreció sus derechos de hijo mayor.