9. A los dirigentes les preguntamos quién los había autorizado a reconstruir ese templo y restaurar su estructura,
10. y cómo se llaman los que dirigen la obra, para comunicárselo por escrito a Su Majestad.
11. Ellos nos respondieron:«Somos siervos del Dios del cielo y de la tierra, y estamos reconstruyendo el templo que fue edificado y terminado hace ya mucho tiempo por un gran rey de Israel.
12. Pero como nuestros antepasados provocaron a ira al Dios del cielo, él los entregó en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, el caldeo que destruyó este templo y que llevó al pueblo cautivo a Babilonia.