69. De acuerdo con sus capacidades económicas dieron, para la obra de reconstrucción, cuatrocientos ochenta y ocho kilos de oro, dos mil setecientos cincuenta kilos de plata y cien túnicas sacerdotales.
70. Los sacerdotes, los levitas y algunos del pueblo se establecieron en Jerusalén, en tanto que los cantores, los porteros, los servidores del templo y los demás israelitas se fueron a vivir a sus propias poblaciones.