36. Por eso, mi corazón, como si fuera una flauta de duelo, lanza gemidos por Moab y por la gente de Quir Jeres, pues han perdido el fruto de su trabajo.
37. Todas las cabezas están afeitadas y todas las barbas rapadas; los brazos están llenos de incisiones y los lomos vestidos de sayal.
38. En las azoteas de Moab y en sus calles todos andan de duelo, pues he hecho pedazos a Moab como si fuera un cacharro inútil —oráculo del Señor—.
39. ¡Qué catástrofe!, grita la gente. ¡Cómo vuelve Moab la espalda avergonzada, convertida en espanto e irrisión de todas las naciones vecinas!
40. Pues así dice el Señor:Vedlo lanzarse como un águila,con sus alas abiertas sobre Moab.
41. Las ciudades han sido conquistadas,han caído las plazas fortificadas.Aquel día los soldados de Moabse sentirán como una parturienta.