12. Ahí están las credenciales de mi apostolado entre vosotros: una constancia a toda prueba acompañada de signos milagrosos, prodigios y portentos.
13. ¿En qué estáis en desventaja con las demás iglesias? ¿En que yo no quise vivir a costa vuestra? ¡Perdonadme, por favor, este agravio!
14. Estoy a punto de haceros mi tercera visita y tampoco esta vez os seré gravoso, pues me interesáis vosotros, no vuestro dinero. Después de todo, corresponde a los padres ahorrar para los hijos, y no los hijos para los padres.