31. Con esto, vosotros mismos os reconocéis descendientes de aquellos que mataron a los profetas.
32. ¡Acabad de hacer, pues, lo que vuestros antepasados comenzaron!
33. “¡Serpientes, raza de víboras!, ¿cómo vais a escapar al castigo del infierno?
34. Mirad, yo os voy a enviar profetas, sabios y maestros: a unos mataréis y crucificaréis, y a otros golpearéis en las sinagogas y perseguiréis de ciudad en ciudad.