10. Pues antes del fin tiene que anunciarse el evangelio a todas las naciones.
11. Y no os preocupéis por lo que hayáis de decir cuando os lleven ante las autoridades. En aquellos momentos decid lo que Dios os dé a decir, porque no seréis vosotros quienes habléis, sino el Espíritu Santo.
12. Los hermanos entregarán a la muerte a sus hermanos, y los padres a los hijos; y los hijos se volverán contra sus padres y los matarán.
13. Todo el mundo os odiará por causa mía, pero el que permanezca firme hasta el fin, se salvará.
14. “Cuando veáis el horrible sacrilegio en el lugar donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea, que huyan a las montañas;