9. luego rociará un poco de la sangre del sacrificio por el pecado en un costado del altar, y la sangre restante la exprimirá al pie del altar, pues es sacrificio por el pecado.
10. Con el segundo hará un holocausto, según lo establecido; así el sacerdote obtendrá el perdón del pecado cometido por esa persona, y el pecado le será perdonado.
11. “Si no tiene ni siquiera para comprar dos tórtolas o dos pichones, deberá llevar como ofrenda por su pecado dos kilos de la mejor harina. No echará aceite ni pondrá incienso encima, porque es una ofrenda por el pecado.
12. Se la llevará al sacerdote, el cual tomará un puñado como memorial y lo quemará en el altar junto con las ofrendas que se queman en honor del Señor. Es una ofrenda por el pecado,