6. de cambiar.El Señor afirma:“¡Atropello tras atropello,falsedad tras falsedad!Mi pueblo no quiere reconocerme.
7. Por eso yo, el Señor todopoderoso, digo:¿Qué otra cosa puedo hacer con mi pueblo,sino ponerlo al fuego para refinarlo?
8. Sus lenguas son flechas mortales;andan diciendo falsedades.Saludan cordialmente a sus amigos,pero en realidad les están tendiendo trampas.
9. ¿Y no los he de castigar por estas cosas?¿No he de dar su merecido a un pueblo así?Yo, el Señor, lo afirmo.
10. “Llorad y gemid por las montañas,entonad un lamento por las praderas,porque están quemadas y ya nadie pasa por ellas;ya no se oye el mugir del ganado,y hasta las aves y las fieras salieron huyendo.