12. Señor, ¿acaso no existes tú eternamente,mi Dios santo e inmortal?Señor y protector mío,tú has dado fuerza a los caldeospara que ejecuten tu justicia.
13. Tú, que eres demasiado puro para consentir el mal,para contemplar con agrado la iniquidad,¿cómo contemplas callado a los criminalesy guardas silencio mientras el malvadodestruye a los que son mejores que él?
14. ¿Por qué tratas a los hombrescomo a peces del mar,como a animales sin gobierno?