7. Por eso se levantaron y huyeron al anochecer abandonando sus tiendas de campaña, sus caballos y sus asnos, y dejando el campamento tal como estaba, para escapar con vida.
8. Al llegar los leprosos a los alrededores del campamento penetraron en una tienda y se pusieron a comer y beber; se apoderaron de plata, oro y ropa, y se fueron y lo escondieron. Después volvieron y entraron en otra tienda, y también de allí tomaron cosas y fueron a esconderlas.
9. Pero luego dijeron entre sí:–No estamos haciendo bien. Hoy es día de llevar buenas noticias y nosotros nos las estamos callando. Si esperamos hasta la mañana, nos considerarán culpables. Es mejor que vayamos al palacio y demos aviso.
10. Fueron entonces y llamaron a los centinelas de la ciudad, y les dijeron:–Hemos ido al campamento sirio y no había absolutamente nadie; ni siquiera se oía hablar a nadie. Solo estaban los caballos y los asnos atados, y las tiendas de campaña tal como las instalaron.