26. Si alguno se cree religioso, pero no sabe poner freno a su lengua, se engaña a sí mismo y su religión no sirve para nada.
27. La religión pura y sin mancha delante del Dios y Padre es esta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y no mancharse con la maldad de este mundo.