5. Todo lo hacen para que la gente los vea. Les gusta llevar sobre la frente y en los brazos cajitas con textos de las Escrituras, y vestir ropas con grandes borlas.
6. Desean los mejores puestos en los banquetes, los asientos de honor en las sinagogas,
7. ser saludados con todo respeto en la calle y que la gente los llame maestros.
8. “Pero vosotros no os hagáis llamar maestros por la gente, porque todos sois hermanos y uno solo es vuestro Maestro.