43. “No hay árbol bueno que dé mal fruto ni árbol malo que dé fruto bueno.
44. Cada árbol se conoce por su fruto: no se recogen higos de los espinos ni se vendimian uvas de las zarzas.
45. El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en su corazón, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en su corazón. Pues de lo que rebosa su corazón, habla su boca.
46. “¿Por qué me llamáis ‘Señor, Señor’ y no hacéis lo que yo os digo?