33. Ellos le contestaron:–Nosotros somos descendientes de Abraham y nunca fuimos esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú que seremos libres?
34. Jesús les dijo:–Os aseguro que todos los que pecan son esclavos del pecado.
35. Un esclavo no pertenece para siempre a la familia, pero un hijo sí pertenece a ella para siempre.
36. Así que, si el Hijo os hace libres, seréis verdaderamente libres.