14. se quitó el vestido de viuda, se cubrió con un velo para que nadie la reconociera y se sentó a la entrada del pueblo de Enaim, que está en el camino de Timnat. Hizo esto porque sabía que Selá ya era mayor de edad y, sin embargo, no la habían casado con él.
15. Cuando Judá la vio, pensó que era una prostituta, pues ella se había cubierto la cara.
16. Entonces se apartó del camino para acercarse a ella y, sin saber que era su nuera, le dijo:–¿Me dejas acostarme contigo?–¿Qué me darás por acostarte conmigo? –le preguntó ella.
17. –Te mandaré uno de los cabritos de mi rebaño –contestó Judá.–Está bien –dijo ella–, pero déjame algo tuyo en prenda hasta que me lo mandes.