1. “Ahora pues, israelitas, escuchad las leyes y decretos que os he enseñado, y ponedlos en práctica, para que viváis y ocupéis el país que el Señor y Dios de vuestros antepasados os va a dar.
2. No añadáis ni quitéis nada a lo que yo os ordeno; cumplid los mandamientos del Señor vuestro Dios, que yo os ordeno.
3. Vosotros mismos habéis visto lo que el Señor hizo en Baal-peor, y cómo exterminó de entre vosotros a todos los que adoraron al dios de aquel lugar;
4. pero todos vosotros, los que os mantuvisteis fieles al Señor vuestro Dios, todavía estáis vivos.
5. Yo os he enseñado las leyes y los decretos que el Señor mi Dios me ordenó, para que los pongáis en práctica en el país que vais a ocupar.
6. Cumplidlos y practicadlos, porque de esta manera los pueblos reconocerán que en vosotros hay sabiduría y entendimiento, ya que cuando conozcan estas leyes no podrán menos que decir: ‘¡Qué sabia y entendida es esta gran nación!’