4. la bajarán a un arroyo que siempre lleve agua y donde nunca se haya labrado ni sembrado, y allí mismo le quebrarán el cuello.
5. “Después se acercarán los sacerdotes levitas, pues el Señor los eligió para que tengan a su cargo los servicios del culto y bendigan en el nombre del Señor. En todo caso de pleito o disputa, su decisión será definitiva.
6. Luego todos los ancianos de la ciudad se lavarán las manos sobre la ternera muerta,
7. y harán esta declaración: ‘Nosotros no matamos a ese hombre ni vimos cómo lo mataron.