15. “Mientras me decía esto, yo estaba con la mirada fija en el suelo y sin decir una sola palabra.
16. De pronto, alguien parecido a un hijo de hombre me tocó los labios. Entonces dije al que estaba ante mí: ‘Señor, esta visión me ha llenado de angustia y me ha dejado sin fuerzas.
17. ¿Cómo va a poder hablar contigo este siervo tuyo, si estoy completamente sin fuerzas y hasta me falta el aliento?’
18. “Aquel que parecía un hijo de hombre me volvió a tocar, me dio nuevas fuerzas
19. y me dijo: ‘No tengas miedo ni te preocupes. Dios te ama, ¡anímate y ten valor!’“Mientras me hablaba, yo me sentí reanimado y dije: ‘Señor, háblame, pues me has devuelto las fuerzas.’