16. Cuando David terminó de hablar, Saúl exclamó:–¡Pero si eres tú, David, hijo mío, quien me habla!Y echándose a llorar,
17. le dijo:–La razón está de tu lado, pues me has devuelto bien a cambio del mal que te he causado.
18. Hoy me has demostrado que buscas mi bien, pues habiéndome puesto el Señor en tus manos, no me mataste.
19. En realidad, no hay nadie que, al encontrar a su enemigo, lo deje ir sano y salvo. Por lo tanto, ¡que el Señor te pague con bien lo que hoy has hecho conmigo!